Empleabilidad

En colonias como la Guerrero que son comunidades en abandono social, muchos adolescentes enfrentan violencia económica. Esta realidad los hace vulnerables a dinámicas que los llevan fuera de una cultura de legalidad —desde el comercio informal hasta la venta de sustancias ilícitas—.

Por eso, Reintegra creó un programa que les ofrece una alternativa: construir un proyecto de vida sólido a través de la capacitación laboral. Y aunque aquí sí aprenden oficios como panadería, serigrafía o corte de cabello, el verdadero objetivo va más allá: fortalecer el ejercicio de sus derechos humanos, su salud financiera, su conciencia de género, la cultura de legalidad y, sobre todo, sus habilidades socioemocionales.

Eso se trabaja de forma transversal durante todo el proceso.

El camino se desarrolla en tres etapas:

Al final del proceso, más allá de un oficio, cada joven se lleva la certeza de que tiene las herramientas para decidir su propio rumbo, construir independencia y aportar al bienestar de su comunidad.
Así, juntos, vamos creando las bases de un México más justo.